Matrimonio adúltero

 


 

15. Si una persona divorciada se casa otra vez sin estar bíblicamente libre para hacerlo —en otras palabras, si no ha habido adulterio y repudio por parte del cónyuge inocente—, entra en un matrimonio adúltero. A los ojos de Jehová, ha contraído matrimonio con alguien estando todavía atada a otra persona. Este tipo de matrimonio amerita acción judicial.

 

16. Si con el tiempo el expulsado fuera readmitido, los ancianos ejercerían mucha cautela a la hora de concederle privilegios especiales. Podrá participar en la limpieza y reparación del Salón del Reino al que asiste. Más adelante podrá intervenir en la Escuela del Ministerio Teocrático, si con ello no se perturba a otros. Sin embargo, no se le pedirá que ayude con las publicaciones, las cuentas, las revistas, los acomodadores  u  otros  privilegios  similares  durante todo el tiempo que el ex cónyuge inocente esté vivo, permanezca sin casarse y no se haga culpable de pornéia (w83 15/7 pág. 29).

 

17. Si un cristiano no entra en un matrimonio adúltero pero sí trama el adulterio para poner fin a su matrimonio o presiona al cónyuge inocente para que lo repudie y acepte luego el divorcio, trata traidoramente a su cónyuge (Mal. 2:14-16). Sus acciones son equiparables a las del que entra en un matrimonio adúltero, y no podrá recibir privilegios especiales por muchos años.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pastoreen el rebaño de Dios (1-9)

Demandas entre hermanos